
Amor o Miedo
¿Vives desde el miedo o desde el amor?
Todos vivimos una vida pero hay diferentes formas de vivirla.
Es importante pedir lo que uno quiere, decir lo que uno siente, hacer lo que uno desea pero hay que tener en cuenta si estas acciones las hacemos desde el amor o desde el miedo, porque la finalidad y el impacto es diferente.

Si hablamos, pedimos y hacemos desde el miedo, solo intentaremos tapar las carencias afectivas que dieron paso a nuestros hábitos, solo queremos ahogar la culpa, la ausencia de amor, la necesidad de que me escuchen… y todo se hará desde un lugar cargado de exigencia y desproporción.
En cambio si actuamos desde el amor, no lo haremos desde la venganza, el rencor o la imposición.
Pediremos lo que realmente necesitamos como persona, aceptando que el otro no lo entienda. Fluiremos entregando lo que tenemos con generosidad y colocándonos en el lugar que nos corresponde con dulzura y sin avasallar. Cualquier acción tendrá el peso de la verdad por que nacerá desde el corazón y de nuestras habilidades. Sabremos reconocernos en el otro, y de esta manera el daño al prójimo será impensable.

No necesitaremos la devolución del otro, sólo expresar lo que sentimos, con asertividad y respeto, dejando que cada uno asuma lo que le corresponda.
No estaremos sujetos a las peticiones egoístas de los demás, porque las identificaremos como falsas necesidades producto de sus miedos y estaremos libres de ellas.
Diferenciaremos lo que es justo o no, porque no estaremos sujetos a los condicionamientos de sus carencias ni de las nuestras.
Viviremos cada instante con total novedad, sin intoxicarlo.
Viviremos las relaciones desde el presente y no desde el pasado.